Exploración: Mateo 20: 26-27
PARA CONCLUIR
Cuando algunos piensan en el término iglesia, les viene a la mente un edificio al que acudir un día a la semana. Muchos incluso podrían pensar en dirigentes, en dinero recaudado, o en diferentes programas. Sí, todos esos elementos forman parte de la iglesia, pero a menudo olvidamos por qué instituyó Dios la iglesia. Deberíamos reunirnos en esos edificios especiales para ser equipados por Dios con el fin de que salgamos a ministrar.
Los que nos reunirnos cada semana como un cuerpo, somos los que hemos de predicar el evangelio en nuestras comunidades. Esta lección nos ha desafiado como creyentes a mirar más allá de las paredes del templo y, a través de Cristo, hacernos uno con los demás miembros de la iglesia. Después, seguimos el ejemplo de servicio del Maestro.
CONSIDERA
- Pedir a Dios que te muestre cómo puedes contribuir con el cuerpo de Cristo para así edificar su reino.
- Orar por los dirigentes de la iglesia.
- Unirte a un grupo de obra misionera.
- Poner por escrito las bendiciones que has recibido al unirte a la iglesia de Dios.
- Dedicar algunas horas los sábados después del culto para visitar tu comunidad dando testimonio de lo que Jesús hizo por nosotros.
- Preguntar a algunos hermanos cómo fue que ellos se hicieron miembros de la iglesia.
- Pedir al Espíritu Santo que te use a diario para ministrar tanto individual mente como a través de las actividades de la iglesia.
PARA CONECTAR
- Hechos 2; Efesios.
- Manual de la Iglesia (Doral, Florida: IADPA, 2015).